27 mar 2017

Así se verán algunas supernovas cuando exploten cerca de la Tierra

Una supernova es una explosión de proporciones gigantescas que marca el final de la evolución de una estrella. Este evento explosivo puede liberar en un lapso de tiempo de algunas semanas tanta energía como la que emitirá el sol en toda su vida, es decir, unos 10E44 Joules. Esta unidad es denominada 1 FOE.
De manera que las supernovas son muy fáciles de detectar incluso en galaxias muy lejanas dado que su brillo opaca al de todas las estrellas de una galaxia promedio visibles desde la Tierra (unas 10 mil millones de estrellas)
Como primera distinción, existen 2 tipos de supernovas. Las supernovas tipo II son las que implican la muerte de una estrella masiva de unas 8 veces la masa del Sol en el momento del colapso
Mientras que las supernovas tipo Ia ocurren cuando una enana blanca supera el Límite de Chandrasekhar a partir de material vampirizado de una estrella compañera cercana.

Existen subclases tipo Ib y Ic que se supone pertenecientes a las supernovas tipo II y que provienen de estrellas que han perdido casi todo su hidrógeno superficial

En nuestra galaxia ocurren como promedio de una a dos supernovas por siglo, sin embargo, la última que se registró fue hace más de 400 años, de manera que es inminente que nos llegue la luz de una explosión de supernova desde dentro de la Vía Láctea.

Así será la vista de Orión cuando explote la supergigante roja Betelgeuse

Un aspecto intrigante en las últimas décadas es el número de explosiones de supernovas que se detectan en las galaxias. Este valor es siempre menor que la cantidad de explosiones de supernovas que teóricamente se estiman a partir de otros aspectos observacionales de las galaxias y de evolución estelar.


Existen discrepancias en la causa de por qué se detectan menos supernovas de las que teóricamente deberían ocurrir, y la principal parece ser la presencia de nubes oscuras de gas interestelar que ocultan la luz de estas supernovas.
Es decir, si una supernova explota dentro de una nube densa de gas y polvo, quizá la parte visible del espectro es absorbida de tal manera que no somos capaces de detectarla.


Cuando Rigel salga de la secuencia principal, dentro de algunos millones de
años, terminará como supernova y esta sería la vista que ofrecería desde la Tierra

Y es precisamente en las regiones más densas de las galaxias, donde predominan las nubes de gas y polvo con formación estelar, las zonas donde se esperaría que explotasen las supernovas de tipo II.
Según estudios recientes no vemos 1 de cada 5 supernovas que ocurren en galaxias como la Vía Láctea y nos perdemos de detectar visualmente 4 de cada 5 supernovas en galaxias como el sistema Arp 299, el cual consta de dos objetos en interacción gravitatoria, que han desatado un intenso brote de formación estelar.
Los astroifísicos tratan de identificarlas dado que una explosión de supernova cercana podría poner en peligro la vida en toda la Tierra y se supone que en el pasado al menos alguna de las extinciones masivas fue a causa de una supernova cercana.
Dado que nuestra galaxia mide unos 100 mil años luz de dámetro, cuando estalla una supernova en algún sitio de la galaxia su luz se expande en forma de esfera tardando 1000 siglos cubrirla por completo.


Si suponemos que los cálculos teóricos son correctos y se dan 2 o 3 explosiones de supernova por siglo, en todo momento hay unas 2 mil esferas de luz expandiéndose por la galaxia que portan la información de una supernova que ha explotado.

En el siguiente video se resume lo anteriormente dicho y más información, además de las imágenes que sorprenderán de las visiones de algunas de las supernovas cercanas que explotarán en el futuro.



Por Mariano Miguel Lanzi
cienciahistoria.com

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