28 mar 2015

Por qué los extraterrestres podrían tener rasgos humanoides

Es por demás de común ver las representaciones de supuestos extraterrestres con llamativas formas humanas. Desde el cine, las revistas o el público en general se los representa de manera antropomorfa o humanoide. Pero sería lógico suponer a priori que las formas humanoides serían una de las tantas configuraciones posibles para seres inteligentes o simplemente formas de vida superiores en mundos extraterrestres. Por lo tanto, el razonamiento nos llevaría a suponer que el antropomorfismo en un ser alienígena se debería a una pura y absoluta casualidad, y no a la norma. Pero, entonces, ¿por qué se los representa en la mayoría de los casos como seres humanoides? ¿Es acaso un indicio del antropocentrismo que nos subyace a todos nosotros? ¿O hay algo que tal vez haga que las formas de vida inteligente antropomorfas sean más probables para evolucionar?


Uno de los indicios de que la forma humanoide podría ser la prevaleciente en organismos inteligentes sería la denominada convergencia de caracteres. Esto se da cuando dos estructuras orgánicas similares evolucionan de forma independiente a partir de ancestros distintos y dicha evolución genera organismos muy similares como lo serían los mamíferos voladores, los reptiles voladores, las aves y muchos invertebrados. La convergencia de caracteres o convergencia evolutiva hace que las semejanzas entre especies cuyos antepasados son radicalmente diferentes provengan de la similitud en el nicho ecológico ocupado por las criaturas.


De manera que se podría analizar el antropomorfismo como una convergencia de caracteres no a nivel terrestre, sino universal. Organismos tan diferentes como nuestros antepasados y los supuestos antepasados de seres alienígenas evolucionarían por convergencia para dar seres humanoides. 
Para que haya convergencia de caracteres la forma convergente debe representar una ventaja evolutiva al organismo para ocupar el mismo nicho ecológico que las otras especies. Esto ocurrió muchas veces con los tigres dientes de sable, que evolucionaron independientemente para dar la estructura del felino uniforme a lo largo de los siglos, incluso hubo un dientes de sable marsupial. O también, por ejemplo, conquistar el aire es obviamente una gran ventaja para el organismo que lo logre, es así que gran cantidad de animales pudieron resolver el problema del vuelo (insectos, mamíferos, reptiles, aves). 



Claro que habría que hacerse la pregunta de si el antropomorfismo es una ventaja evolutiva para llegar a desarrollar organismos inteligentes. Claro que nosotros estamos aquí, y somos la prueba viviente de que seres humanoides pueden llegar a desarrollar tecnología pero este hecho no sirve como norma a causa del Principio Antrópico. Para confirmar la regla tendríamos que encontrar otros organismos extraterrestres humanoides y con desarrollo tecnológico.
En primera instancia resulta, sin embargo, bastante claro que para desarrollar seres inteligentes capaces de controlar tecnologías y modificar profundamente el ambiente que los rodea, ellos deben tener apéndices similares a manos y además movilidad propia. Y para llegar a eso, se requieren al menos dos apéndices, uno de apoyo y el otro prensil. Además, si se supone que se desarrollan en planetas que transitan por la zona habitable, con características similares a nuestro mundo, el apéndice destinado a la locomoción tendría alta probabilidad de estar formado por al menos dos estructuras simétricas.

Entonces se podría afirmar que de existir seres inteligentes allí afuera estos tendrían alta probabilidad de ser semovientes y con al menos un apéndice para manipular el medio y dos para andar.



Resulta importante aclarar que esto sería probable, pero no determinante y la evolución podría solucionar el problema de crear organismos inteligentes de otras muchas formas, pero resulta bastante lógico suponer que organismos que no cumplan con al menos estas dos características: locomoción y “manos libres”, no llegarían a desarrollar tecnologías. Por ejemplo, las plantas no reunirían las características necesarias para desarrollar un mundo tecnológico.

¿Por qué no tener apéndices múltiples y órganos sensoriales múltiples?

Claro que podrían darse seres tecnológicamente desarrollados con formas extrañas, como por ejemplo multiplicidad de apéndices prensiles o de locomoción o multiplicidad de ojos y otros órganos sensoriales, pero está claro que la ley del menor esfuerzo rige en la naturaleza en todos los ámbitos. Si dos ojos bastan para crear profundidad de campo (por paralaje), para qué utilizar cuatro o más. Si el organismo descendiera de antepasados con dos órganos sensoriales simétricos, los conservaría sin aumentarlos. Los ojos se han desarrollado en la naturaleza de forma independiente decenas de veces en la historia evolutiva de las especies. Si en un exoplaneta habitado hay similares características lumínicas (la estrella es similar a nuestro sol), los organismos desarrollarán casi con seguridad ojos. Además, para conquistar todos los nichos ecológicos de ese mundo necesitarán locomoción. Un solo ojo no les sería suficiente para crear profundidad de campo (por paralaje) por lo cual necesitarían al menos dos, haciendo que la evolución tome el camino de la simetría axial creando pares de miembros y un centro de procesamiento de datos ubicado quizás en la parte superior del organismo. De manera que al evolucionar en seres inteligentes y dominadores de la tecnología, conservarían la topología primitiva dando un humanoide.

¿Todos los posibles extraterrestres superiores serían humanoides?



Rotundamente no. Podría ser una estructura preferente por la naturaleza pero no la única. Todo dependería del organismo primitivo del cual evolucionó la forma de vida superior. Basta pensar lo que fue la Tierra en el tiempo geológico de la explosión del Cámbrico hace unos 500 millones de años. Allí, las multiplicidad de organismos era tal que llegaron a existir unos 100 fílum (hoy existen 30 fílum o modelos de organismos, 30 tipos morfológicos de animales. 29 de ellos podrían considerarse formas humildes de vida, mientras que a uno de ellos, el de los cordados, es al cual pertenecemos). Habría que preguntarse si de todos esos tipos de organismos vivientes en la explosión del cámbrico, tan diversos entre sí, podrían originarse seres inteligentes con antropomorfismo.

Existencia de organismos unicelulares en un exoplaneta


Si hay organismos unicelulares y hay tiempo suficiente para que evolucionen, se desarrollarán organismos superiores. Al menos esto tendrá altísimas probabilidades de ocurrir. Esta sería una aplicación de la teoría del nicho ecológico vacío no a la Tierra, sino a cualquier planeta de similares características. Mediante esta teoría, propuesta por James Valentine, de Berkeley en 1980, se explicaría la explosión del Cámbrico. Porque la Tierra a comienzos del Cámbrico era un lugar simple. Había cientos de miles de especies de organismos unicelulares y las poblaciones supervivientes de la denominada fauna de Ediacara (una fauna exótica que existió en los últimos tiempos del Precámbrico). En esos tiempos primitivos, todos los nichos ecológicos ocupados por organismos pluricelulares no estaban llenos aún. El mundo Cámbrico temprano ofrecía todos los nichos ecológicos vacíos. Una vez que se dio el llamado estallido del cámbrico, donde en un relativamente breve período se llenaron todos estos nichos ecológicos, ya no hubo otra oportunidad (de hecho en el Pérmico ocurrió algo similar, pero a nivel especie y no a nivel clase y tipo como en el Cámbrico). Entonces, en un exoplaneta con potenciales favorables para la vida, cabría esperarse que ocurran estos saltos evolutivos a gran escala de encontrarse en él organismos unicelulares.

Fauna de Ediacara

En conclusión, sería probable que si la vida se desarrolla en otro mundo (en la zona habitable) se crearían infinidad de organismos diferentes como ha ocurrido aquí en la Tierra y quizás por convergencia de caracteres el organismo dominante, el que desarrolle y domine la tecnología sea antropomorfo. Pero como se dijo, para que ocurra esta convergencia las condiciones del planeta tendrían que ser similares a las de nuestro planeta en muchas de sus variables como gravedad local, presión atmosférica, luminosidad, etc. Siendo así, pensar que en esos exomundos se desarrollen alienígenas humanoides sería probable.

Por BFA para cienciahistoria.com Mariano Miguel Lanzi

1 comentario:

Anónimo dijo...

Por eso los ThunderCats son humanoides.